¿Qué puedo hacer cuando se me niega mi propio corazón,
se condenan mis sentimientos con ajena razón
y se somete a mi alma a la más grande humillación?
Sólo puedo gritar,gritar que tengo corazón,
que mis sentimientos son limpios y sin razón,
y mi alma,humilde,si,pero llena de amor.
Ese es mi gran tesoro,no sé si de valor,el que te quiero regalar;
no tengo nada más,pero me harás feliz si lo quieres aceptar.
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