La distancia que separa la Luna del Sol
es la que une a la noche y el día,
como la piel de nuestros cuerpos siente la lejanía
y nuestras almas siguen pegadas,más unidas.
La amarga crueldad de la fría distancia
siempre perderá,aunque sea a la larga,
con la dulce bondad del calor de nuestras almas enamoradas,
que no entienden de tiempo ni de kilómetros,
pues en el amor no existen tales conceptos.
Te quiero,aquí y allí,
ahora,antes y luego,
y nunca se apagará ese fuego
que arde en mi corazón,
es eterno.
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